martes, febrero 12, 2013

Paul en Quebec



Después de una arrolladora entrada en el mercado español con  Paul va a trabajar este verano y Paul en el campo subcategoría cómic costumbrista, en una época donde las referencias de este tipo de cómic eran contadas y donde la llamada novela gráfica todavía era una desconocida para el gran público y tras un intervalo de acomodación con Paul se muda y Paul se va de pesca,  donde más que una bajada de calidad lo que nos encontramos son un altísimo listón muy difícil de superar, Michel Rabagliati vuelve a la carga con una nueva entrega de las aventuras de Paul titulada para la ocasión Paul en Quebec.

Con este nuevo cómic Rabagliati vuelve a coger el impulso inicial de la serie, tocando con la misma maestría de siempre melodías ya conocidas pero adentrándose con otras partituras que si bien no son del todo innovadoras si que son siempre muy difíciles de interpretar.

Con la excusa argumental que le proporciona la enfermedad de su suegro, Rabagliati aborda un tema universal y constantemente recurrente en todo tipo de creadores como es el de la inevitabilidad de la  muerte y la manera en que nos enfrentamos a ella.

Sin caer en el melodrama y con ese dulce tono narrativo que ya es una seña de identidad del autor, Paul en Quebec despierta en el lector las mismas sensaciones que en su día produjeron sus primeras obras.

Puede ser que el hecho de dar un gran protagonismo a la figura del suegro y su enfermedad terminal dote de una cierta frescura a la obra en relación en relación a anteriores trabajos, donde quizá la presencia de Paul y su omnipresente punto de vista podía llegar a producir cierto cansancio. Puede también que lo trascendental del tema tratado le de otro empaque a la obra. O puede ser simplemente que Rabagliati esté en un momento creativo sin igual. El resultado final, fuera cual fuese la causa, es que Paul en Quebec nos devuelve al mejor Paul que es lo mismo que decir el mejor Rabagliati.

Gustará a los fans del cómic costumbrista-autobiográfico, convencerá a los desencantados con las últimas entregas de la serie y entusiasmará a los grandes fans de Paul.
Especialmente recomendable para todos aquellos que vivan un periodo de desamor con el cómic costumbrista.

1 comentario:

Paulo Mosca dijo...

¡¡Un momento!! ¿¿La muerte es inevitable??
Joder... y yo perdiendo el tiempo en blogs de tebeos.

Basta de risas. Es tebeo parece interesante. Yo me leí uno, y me encantó; creo que era el de Paul en el campo.
Mí gustar.