Muchos dicen que lo que mejor se le da a Pau es dibujar coches. No lo pongo en duda, pero yo añado que Pau también es un excelente contador de aventuras, en el sentido más canónico de la palabra a modo de episodios sucesivos de una acción tensa y emocionante.
En Curtiss Hill tenemos coches dibujados por Pau y también tenemos aventura, mucha aventura.
Con estas certezas el resultado solo puede ser lo que es Curtiss Hill, una trepidante historia que nos lleva a los pioneros del automovilismo, con la rivalidad entre dos curtidos pilotos, Curtiss Hill y Rowlf Zeichner como motor de la trama, una trama que poco a poco va transformándose y donde nada es lo que parece.
Recomendabilísima lectura a la que solo le podemos poner el pero de lo efímero de su lectura. Y no tanto porque no tenga suficientes páginas el cómic sino porque la disfrutas tanto que no quieres que acabe.
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