Pese a tener al mando a uno de los gurús del cómic de horror como es Cullen Bunn y pese a tener elementos suficientes para justificar esta etiqueta de cómic de horror, personalmente yo encajaría más este cómic como un viaje surreal a lo más profundo de la mente humana y la locura que todos, en mayor o menor nivel, llevamos dentro.
Un cómic que arranca como una clásica historia de enfermera y manicomio para transformarse poco a poco en una ambiciosa propuesta de universo que en su desarrollo nos lleva en unas idas y venidas argumentales que van funcionando en mayor o menor medida hasta llegar a un punto final en la trama que no solo me compensó toda la lectura anterior sino que me dejó con las expectativas bien altas ante las posibilidades de estar antes el comienzo de una historia mucho mayor de lo que se puede intuir en esta primera entrega.
Si estáis en busca de un cómic de horror, como ya os comentaba, esta propuesta os va a garantizar vuestra necesaria dosis, en su mayor parte gracias al gran trabajo gráfico de Jack T Cole, pero yo recomendaría con más entusiamos este cómic a los que además de esta parte, busquen un tipo de historia más en la línea de los viajes lisérgicos de autores como Grant Morrison y similares.
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