Con sus trabajos, Crying Freeman y Santuario, Ryoichi Ikegami se ganó el respeto comiquero de muchos de nosotros en aquellas épocas en las que el manga estaba realizando su presentación en nuestro mercado y no era la opción dominante que es hoy en día.
Años después, Satori nos devuelve a la actualidad al autor con la publicación de este Yuko, un antología compuesta de 12 relatos donde la obsesión humana, la perversión y el sexo son la línea conductora del relato y donde los personajes femeninos marcan el ritmo de la lectura con sus tacones y con su embriagador y sensual aroma.
Visualmente perturbadora, Yuko se podría definir como un manga de atmósfera, donde el autor consigue seducirnos y sacar nuestro lado más voyeur.
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