jueves, junio 07, 2007

Lone Racer


Nicolas Mahler es un tipo grande. Y no lo digo simplemente porque mida más de 2 metros.

Lo digo porque siendo un autor con un estilo minimalista o lo que es lo mismo; "que no sabe dibujar", y con una prosa que dista mucho de las florituras, con el texto justo y necesario en cada momento, Mahler consigue algo que artistas mucho más dotados que él no. Esto es, narra, cuenta historias, crea personajes y trasmite sensaciones.

Mezcla un dibujo mediocre y unos textos funcionales y de la nada saca petroleo.
Una viñeta de los destartalados dibujos de este autor me trasmite más que páginas y páginas de otros dibujantes.

No os dejeis llevar por las apariencias. Está claro que este no es un tebeo que vende por su portada. Es un tebeo que va a vender por lo que importa, por lo que va dentro.


Como todo en la vida, puede que mi criterio esté condicionado.

Conocí a Mahler en un bareto de mala muerte, una noche de frio invierno en un pais donde ambos eramos forasteros. Después de una larga charla con un tipo vestido de negro, con gafas de pasta y que con sus más de 2 metros hacia lo imposible para permanecer sentado en una mesa minuscula donde estabamos 4 personas, les comento al grupo que una de las cosas que más me había gustado en los últimos tiempos, eran las tiras de un tipo aleman que estaba publicando en L' Éprouvette.
Unas tiras donde el autor, con mucho sentido del humor, se reia mucho del supuesto mundillo artistico en general y del comic en particular.

De repente, noto como las otras personas se miran con cara de sorpresa y esbozan media sonrisa. Me quedo mirando, pensando que había metido la pata con algún comentario, y ante mi sorpresa, el tipo vestido de negro, me dice; "yo soy el autor de esas tiras. Me llamo Nicolas Mahler".

Jarr, You must be kiding me!!!

Bueno, no veais. Tanto yo, como mi padrino comiquero, nos ponemos a lanzar elogios.

"Pues tío, encantado de conocerte". "Me gusta mucho lo que haces". "Sigo tu obra", etc...

Después de decirle 3 o 4 veces que era nuestro ídolo, el hombre nos empieza a pedir que pararamos, que lo estabamos avergonzando. Que no estaba acostumbrado a recibir elogios, y menos de dos españoles, que en principio parecian normales pero que resultaron ser los más frikis, en un bareto de mala muerte.

En fin, que seguimos con la conversación durante un rato y luego nos despedimos.

Estoy seguro, que en cuanto cruzamos la puerta de salida, el tipo debió de quedar pensando que clase de extraña broma le estaban gastando sus amigos.

En fin, una anécdota que me lleva a seguir, si cabe, más de cerca los trabajos de este autor.

No sé si algún día vosotros también os encontrareis con él, pero de ser asi, que no os coja sin haber leido alguno de sus tebeos.

2 comentarios:

Miguel Porto dijo...

"un autor con un estilo minimalista, o lo que es lo mismo, que no sabe dibujar"

buf!

Menudo comentario.

Yo me sonrojaría de ser tu.

BD! dijo...

En este caso, casi cito textualmente al propio Mahler.