Bonito, muy bonito.
Este es el adjetivo que mejor puede definir este tebeo.
Bonito en todos sus aspectos, desde su edición hasta los dibujos, sin olvidarnos de la historia.
Un cuento, una excusa, para que Jordan Crane, diseñador a la vez que dibujante de comics y una de las últimas esperanzas del indi americano, nos deleite con su dibujo y su narración página tras página.
Un tebeo para contemplar, para leer una y mil veces, con una sensibilidad tal que, a veces, más que una narración al uso, lo que te llegan son sensaciones.
Otra de las constantes de este tebeo son los detalles. Pequeños detalles, por todos lados, con los que te puedes deleitar durante tiempo y tiempo. Detalles llenos de imaginación y creatividad.
De formación autodidacta, está claro que entre las lecturas favoritas de Jordan Crane, están McCay, Michael Ende o Lewis Carroll.
Sin duda alguna, un tebeo sólo recomendable para gente no estresada.
2 comentarios:
¿Por qué la edición original que tengo yo tiene una viñeta por página y esta cuatro?
Montaje innecesario, o es que hay otra edición yanki que sea así?
Se hizó por cuestión de dinero... Es el formato que eligió Dargaud. Al ser una co-edición para abaratar coste, y así tener un precio asequible para el lector...
Publicar un comentario