La protectora

Lo que de lejos parece, de cerca lo es. Desde el momento en que vi las primeras muestras del nuevo trabajo de Keko, la atracción fue inmediata, además de hipnótica. La fuerza gráfica de la propuesta del dibujante fue tal que realmente ansiaba proceder a la lectura del tebeo.

En esa lectura me sumergí sin tener ni un atisbo de lo que me iba a encontrar. Por lo visto, me esperaba una historia de corte victoriano, con un aire a Poe y Gorey. Tras acabar el tebeo, el presentimiento se hizo realidad.

Intentaré no desvelar nada de la trama para que aquel que se vea atraído por la obra y por mi recomendación, pueda experimentar la misma sensación de intriga y desasosiego que experimenté yo a la hora de leerla. La narración de Keko así lo permite, jugando en todo el momento con múltiples interpretaciones de lo que se está viendo, dejando pistas de la ruta a seguir en pequeños detalles, corriendo de nuestra parte dar la explicación final a lo que se está leyendo.

Simplemente deciros que si os gustan las buenas historias de misterio y horror psicológico, este es un tebeo para vosotros.

Por supuesto, además del inteligente y bien construido guión de Keko, la gran baza a jugar por el artista es su apuesta gráfica. Desde el riguroso blanco y negro (meter color a está historia habría sido un delito penable), cada viñeta, cada construcción de página, es una pequeña delicia visual. Con un dibujo que parece salido de la época en que tiene lugar la trama, y con una integración de recursos fotográficos perfectamente integrados, Keko nos lleva ágilmente por las páginas del tebeo hasta la última viñeta, momento en que sorprendidos y admirados, volvemos a la relectura buscando el deleite con todos esos pequeños detalles que se nos escaparon en la primera.

La protectora entra muy fuerte en la lista de candidatos a tebeo del año. Que nadie se sorprenda si en el futuro, premio tras premio van a caer a las manos de Keko. Motivos hay. De sobra.