jueves, octubre 13, 2011

Habibi



Craig Thompson tiene una querencia por los grandes relatos, tanto por la extensión en páginas de los mismos, como por la trascendencia de los temas abarcados. En Habibi, recupera estas características para contarnos una historia con muchas capas y muchos niveles de lectura.

En el corazón de todo, una preciosa historia de amor, a veces fraternal, a veces no tanto, punto de inicio de los diferentes caminos a recorrer a lo largo del libro. La historia del amado Cam-Zam y Dodola, mitad fábula, mitad realidad, su relación con la parte más mitológica del Corán y sus distintas suras, la palabra y el simbolismo del lenguaje ilustrado, quedando todavía espacio para la denuncia de temas mucho más actuales y presentes como el ecologismo, la destrucción del planeta, la prostitución infantil, etc...

En primera instancia, toda esta mezcolanza de intenciones podría resultar en una lectura  pesada e indigesta. Por suerte, Craig Thompson sabe dotar al relato de un cierto aire de cuento de Las mil y una noches o de novela de Kipling, encajando todas las cuestiones anteriormente citadas de una manera natural dentro del relato.

Todo un acierto por parte del autor, el de no situar la acción en un espacio-tiempo definido, mezclando sin ningún reparo el mundo actual con el mundo de fantasía de los cuentos orientales en una imposible tierra de Wanatolia.







El esfuerzo gráfico y narrativo de Craig Thompson es superlativo. Habibi en una obra llamada a la trascendencia, ambiciosa sin ser pretenciosa y que en su conjunto podemos definir como exitosa. Cierto es que, entre tanta página, hay momentos más acertados que otros. Supongo que los juegos metalingüísticos llevados a cabo por el autor descolocarán a más de uno, así como es narración tan fragmentada, con saltos temporales intercalados en relatos que suceden tanto en el mundo real como en el mundo de la leyenda. Para mí, estas pequeñas golosinas narrativas son las que hacen a este Habibi una obra superior a la controvertida Blankets, la cual era mucho más lineal y predecible.

Por supuesto, en Habibi también están presentes los mantras argumentales que ya son seña de identidad de Craig Thompson. La religión, el sexo, el sentimiento de culpabilidad, las dificultades que entraña el amor, etc... Señas de identidad del autor, pero que en esta ocasión están perfectamente diluidas dentro de la historia, digiriéndose sin llegar a ser indigestas. Por si todas estas temáticas no fueran suficiente, Habibi intenta ser una introducción al mundo islámico, destacando sus conexiones con el cristianismo, humanificandala y haciendola entendible para el mundo occidental. Compleja misión, que el autor aborda con entereza y relativo éxito.

No tengo ningún tipo de duda que con Habibi, Craig Thompson, más que apartarse del camino de la polémica, no ha hecho más que avivar la llama de la misma. Tanto defensores como detractores enarbolarán sus estandartes camino del campo de batalla. Entretanto, yo permaneceré en lo alto de la colina disfrutando de una preciosa historia.






















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