miércoles, abril 25, 2012

Morning Glories



Hay que reconocer que el argumento, a priori, no prometía mucho. Una escuela para jóvenes talentos donde se matriculan un grupo de adolescentes que supuestamente tienen ciertas habilidades especiales. ¿La historia nos suena, no? Pues sí, hasta aquí todo parecía más de lo mismo y justo en este momento es donde Morning Glories y su guionista Nick Spencer empiezan a jugar con nosotros hasta llegar a descolocarnos.

Sí, Morning Glories es una escuela, pero aquí, o haces lo que te dicen, o te matan. A tí, y de paso a tu familia.

Lo que tenía todas las bazas para convertirse en una serie de superhéroes mutantes más, poco a poco va realizando un sorprendente giro hacía otros campos, tocando la ciencia ficción, la intriga y el misterio, alejándola del cómic más estándar y acercándola a los guiones de tramas televisivas, cliffhangers y giros argumentales inesperados incluidos.

Es cierto que la trama de grupo adolescente también está presente, pero la capacidad de Spencer para integrarla en la historia general hace que la lectura sea apta para cualquier lector, tanto adolescente como adulto.

Morning Glories es una grata sorpresa en el mundo del cómic mainstream, que nos enganchará desde la primera página y que nos dejará en cada número con una extraña sensación de que cuanto más leemos, menos idea tenemos de por donde van a ir los tiros, algo que motiva que mucha gente la compare con la televisiva Lost.

Gustará a todos aquellos lectores que llevaban tiempo buscando una buena serie de palomitas a la que engancharse. Ideal como lectura de evasión tras una dura jornada laboral. Diversión garantizada.

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