Fascinante. La capacidad de Seth para crear realidades alternativas basadas en sus gustos comiqueros es simplemente admirable.
En su nueva obra, que en realidad es una obra antigua recuperada, Seth vuelve una vez a mostrarnos su obsesión por los dibujantes clásicos y con las nostalgia por una forma de hacer cómic que según él nunca se debería de haber perdido y a la que nunca le deben de sobrar los homenajes.
A través de La Hermandad de Historietistas del Gran Norte que da título a la obra, una ficticia asociación formada por la comunidad canadiense de autores de cómic desde principios del siglo XX hasta la actualidad, Seth rinde un sentido homenaje a la historia del cómic canadiense, mezclando en la trama hechos y autores reales (como Doug Wright, Jimmy Frise, Arch Dale) con otros que salen directamente de su imaginación, llevando al lector a un estado de feliz ignorancia donde nunca se sabe donde acaba la realidad y empieza la ficción.
Como perfecto anfitrión, y miembro de pleno derecho de esta hermandad, Seth nos conduce por sus instalaciones, presentando cada una de las salas que las componen y tomándose su tiempo para dar detalle de todos los tesoros allí presentes.
Desde su primera página todo el libro tiene esa aura mágica que suele impregnar las obras de Seth, dotando a su lectura de un ritmo imperturbable que alcanza ciertos momentos de genialidad como por ejemplo cuando nos presenta el archivo situado en las zonas boreales y de complicado acceso donde se guardan las joyas de la corona de la sociedad, como originales y raras ediciones de añejos cómics, o como en la parte final, con su visita a la azotea del edificio , ahora cerrada debido a los recientes suicidios de varios miembros al saltar desde este lugar.
La Hermandad de Historietistas del Gran Norte nos ofrece a un Seth totalmente liberado de ataduras como autor, dejándose llevar sin un guión definido para contarnos la historia que a él le apetece contarnos, sin pensar en ningún momento cual va ser la recepción de lector a la misma y sin las eternas dudas creativas sobre la funcionalidad final de lo contado.
El resultado, un libro imprescindible para todos los seguidores de Seth y para aquellos que disfrutan con las historias de cómic dentro del cómic. Muy recomendable para los que se quieran dejar seducir por una historia tan fascinante como atractiva.
La edición, como siempre pasa con las obras de Seth, simplemente preciosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario