Uno de los pocos defectos que se le podría encontrar a Aurore, la penúltima obra del prolífico Enrique Fernández, era que sabía a poco. La historia se quedaba en una pequeña anécdota que justo se acababa cuando le estabas cogiendo el ritmo a la historia dejándote con un buen sabor de boca pero con ganas de más.
En su nuevo trabajo, Enrique Fernández parece haber corregido este pequeño detalla para embarcarse en una serie de más recorrido y sin duda cubre con creces esas ganas de más de las que os hablaba.
Una historia que mantiene el alto nivel de calidad gráfico al que el autor nos tiene acostumbrado y que nos sigue sorprendiendo en la parte del guión con una trama que podría haber salido directamente de los cuentos de Las mil y una noches, donde se combina con maestría la aventura y el humor sin olvidar las necesarias dosis de intriga que nos conducen hasta la última página dejándonos con un deseo irrefrenable de conocer la continuación de la historia.
Con este trabajo Enrique Fernández sigue demostrando que no solo es uno de nuestros autores más prolíficos sino que también crece a pasos agigantados como autor, algo que era indudable en el apartado gráfico, pero que cada vez se refuerza más en la parte del guión.
Un álbum que se aleja de la calificación de un bonito libro de dibujos para darnos una historia original, fresca y bien construida, con un perfecto equilibrio entre el humor y la acción y con una trama lo suficientemente compleja para dejarnos con ganas de más. O como bien nos anuncia en la primera página un personaje que funciona a modo de presentador y que sin duda podemos interpretar como las propias palabras del autor:
" Dejadme narraros una historia muy fácil de escuchar, que no da grandes lecciones de moral ni pide a su público un gran esfuerzo para comprenderla. El único objetivo de mi relato es entreteneros y, con suerte, hacer soñar despierto a aquel de vosotros que disfrute de una viva imaginación".
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