El amigo M vuelve a asomarse por el blog de BD para compartir con nosotros sus inquietudes comiqueras.
El ayer.
Corría el año 1996 y Mark Waid se presentó en el despacho de James Robinson para enseñarle lo que era su nuevo proyecto: Kingdom Come. Robinson lo leyó atentamente y dijo algo así como “Está muy bien Mark, pero ¿tú has oído hablar del Crepúsculo de los superhéroes?”
Ni Mark Waid ni yo habíamos oído hablar de eso.
Así que rescatemos del armario el pijama y la bufanda del buen doctor y hagamos una llamada…
Estamos en el año 1987 y Alan Moore, claramente influenciado por la publicación del Dark Knight Returns de Frank Miller, entendió que había llegado el momento de la edad adulta de los superhéroes. Después del éxito de Watchmen y en plena cúspide de su popularidad, envió un par de misivas y mantuvo al menos una reunión con directivos de DC en orden a la realización de un nuevo proyecto: “Twilight of the Superheroes”. En la editorial quedaron escandalizados con la obra, que consideraron “demasiado adulta” y su proyecto fue aparcado en un cajón. En 1989, Moore salió de DC dando un portazo y la historia pareció quedar en el limbo de los “¿Y si…?”
Pero la carga de la historia y la reputación de Moore eran tal en aquel momento que comenzaron a circular por la editorial fotocopias y fotocopias de fotocopias de aquel guión hasta que finalmente alguien decidió subirlo a la madre de todas las verdades (y de todos los bulos): Internet.
Y así, a mediados de los 90 se empezó a escuchar en los foros especializados la extraña historia de un guión de Moore guardado en los cajones de DC y que esta no se habian atrevido a publicar. La editorial guardó silencio inicialmente para luego reconocer su existencia e iniciar acciones legales contra la página Web que había iniciado la filtración, por lo que se llegó a la inevitable conclusión: ¿Por qué no preguntar a Moore? Y Moore empezó a largar…
¿De que va esto?
Para aquellos pocos afortunados que aún no lo sepan, vamos con el destripe (para los anglófilos, spoiler).
La historia tiene lugar veinte años en el futuro (convirtiéndolo en 2007). El mundo ha cambiado. La sociedad ha colapsado, y los ciudadanos recurren a los superhéroes en busca de liderazgo. Esto ha provocado que los mismos formen dinastías reales y se conviertan de hecho en los gobernantes de la Tierra. Esta historia está siendo narrado al John Constantine actual (1987) por su propio yo futuro y por Rip Hunter, que han viajado en el tiempo para detener los acontecimientos que condujeron a este futuro distópico.
Para destruir cualquier oposición a sus planes, los héroes acometen una depuración de la comunidad de supervillanos. Los supervivientes, como Lex Luthor y el Joker, forman la Casa de los Secretos, que controla Nevada. No obstante, actúan –más o menos- dentro de los límites de la ley, a fin de no atraer la atención sobre ellos. Superman y Wonder Woman, que ha cambiado su nombre a Superwoman, se han casado, formando La Casa de Acero con sus hijos, Supergirl y Superboy. Controlan la Costa Este de los antiguos Estados Unidos. Por su parte, la familia Marvel formó la Casa del Trueno y controla la costa occidental. Batman ha desaparecido, pero se cree que lidera a una brigada de héroes "normales" que se oponen al régimen y pretenden librar al mundo de sus gobernantes opresores. Todos los extraterrestres, incluyendo los Linternas Verdes y los Thanagarianos, así como el Detective Marciano, han sido exiliados de la Tierra y han formado la Casa de los Linternas en una de las lunas de Marte, desde donde observan la evolución del planeta y planean recuperar su status perdido. Hay otras casas, como la de los Titanes, pero de menor importancia.
El centro de la historia radica en la posible unión de las dos casas más poderosas (Trueno y Acero) a través de la boda de Superboy (convertido en un psicópata adolescente) y Mary Marvel Jr. Esta unión se ve como una catástrofe por las demás casas. De llevarse a cabo, el equilibrio de poder se rompería y el resultado podría ser capaz de imponer su hegemonía al planeta entero. Esto llevará a las otras casas a conspirar, conspirar y conspirar, rumbo a la inevitable batalla final: El Crepúsculo de los Dioses.
La misión del Constantine de 1987 es que esto nunca ocurra.
Y hasta aquí puedo leer. Moore destripa la historia de principio a fin, con sus tramas y subtramas y sus giros de guión (incluido su elegante final), por lo que aquellos a los que esta noticia les pille de nuevos podrán saber como termina todo con un par de clicks de Internet.
Complementariamente a la conversación con Moore se pueden encontrar las consideraciones iniciales del guión (el documento enviado a DC). El texto no tiene desperdicio y anticipa la explotación comercial del evento (merchandising, juegos de rol, etc.) así como una valoración del concepto de superhéroe como mito/ leyenda (lo cual implica un final para toda historia) y delimita dos tipos de público: uno joven y otro más adulto, interesado en este nuevo enfoque.
A pesar de que la intención de Moore era contarlo todo con la finalidad de que DC no se aproveche de los réditos, si parece que algunos de los elementos de Moore han tenido trascendencia en la situación actual. Probablemente el más interesante de ellos es el regreso del multiuniverso, desaparecido desde la Crisis en las Tierras Infinitas (1985) y recuperado en The New 52. Moore propone –acertadamente en mi opinión- que su existencia posibilita la creación de historias al margen de la continuidad y de los inevitables crossovers y macroeventos (algo que DC intentó usar en los Elseworlds). ¿Cuántas ideas de aquella historia han sido recicladas por DC? Lo dejo a la opinión de los expertos. Sin embargo, aquellos que no quieran esforzarse demasiado no tendrán problemas en encontrar similitudes con Kingdom Come, The Authority o Juego de Tronos, por contar tres fenómenos recientes de alcance masivo.
Hace algún tiempo, alguien (un follonero, me temo) preguntó en este blog quien era el mejor guionista de cómics. Es una pregunta algo tramposa. ¿Cuál es la mejor canción o la mejor serie de televisión? Las circunstancias suelen depender de la etapa que hablemos, de tus gustos, del momento de tu vida en que te encuentras y de tus conocimientos. Aun así, si aquí y ahora me preguntan quien ha sido el mejor guionista, creo que ya he contestado.
Deus et Machina… en Northampton.
M