jueves, febrero 01, 2018

Motorcity



De vez en cuando es necesario un piscolabis lector con el que pasar un buen rato sin más pretensiones. Ya sabéis que soy un gran apologista de este tipo de lectura.

Pues bueno, ni más ni menos esto es lo que nos ofrecen Sylvain Runberg y Berthet en este one-shot. Un thriller de manual roído, con policía novata que vuelve a su pueblo natal donde los pecados de juventud salen a la luz. Una trama nada excepcional ni novedosa pero que en manos de Sylvain Rumberg se desarrolla de una manera suave y natural haciendo que cuando nos demos cuenta ya esté el cómic acabado.

¿Oye, y el Berthet este no es el dibujante de Pinup? ¿Cómo se coló en un polar de acento nórdico?

Pues sí, ese mismo es. Supongo que Sylvain Rumberg no tuvo mucho problema para convencerlo una vez dicho que en la historia habría hueco para la  comunidad “raggare”, una cultura de fans del rock´n´roll, los tatuajes y los coches americanos.

Lo dicho, no es esperéis nada nuevo, pero si que podéis esperar algo bueno.

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