Fieles a su cita con los lectores, llega una nueva entrega de nuestro juego de tronos particular, donde en vez de encontrarnos con nobles de oriente y poniente, tenemos a otros de igual infamia pero mucho más cercanos.
El enfrentamiento entre el Obispo de Lugo y el Conde de Lemos entra en su punto álgido. Tras tres tomos en los que la tensión política iba subiendo con cada página finalmente las palabras dan paso a la acción.
La historia se acerca a su fin. Este cuarto tomo, a priori, es el penúltimo tomo de la serie. Una serie que va ganando enteros a cada entrega y que deja todo preparado para la traca final que sin duda será el último álbum.
Para acabar, mantengo lo dicho en las anteriores entregas. Lo dije con los tres primeros tomos y lo repito con el cuarto; una serie que demuestra que la historia de nuestro país no tiene nada que envidiar a grandes sagas que vienen de fuera promocionadas con fuegos artificiales y que nuestras revueltas irmandiñas dan mucho juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario