Por fin se acabó La cuenta atrás (A conta atrás en gallego). Un parto prolongado y con muchas complicaciones pero que finalmente nos trae a la vida un precioso niño en forma de cómic.
Un tebeo que hay que comprarse porque sí. Lo más fácil sería deciros que con el tema del Prestige como motor de la trama y contándonos la verdadera historia de la tragedia, sin buenos ni malos, simplemente relatando los hechos tal y como sucedieron, esta obra es una obra de militancia, de esas que hay que comprar. Desde luego, eso lo damos por hecho. Es así.
Pero ya os digo, eso sería ir a lo fácil, porque en A conta atrás, lo que se cuenta tiene su importancia pero como se nos cuenta, todavía la tiene más. Un obra de ingeniería narrativa, acompañada por una puesta en escena gráfica perfecta y totalmente adecuada, rendidas totalmente al servicio de la historia. Nada sobra, nada falta. Desde el momento en que abrimos la primera página hasta que cerramos la contraportada la lectura no nos permite hacer otra cosa que no sea pasar hoja tras hoja hasta el final.
Siempre andamos a la búsqueda de la última gran sensación del cómic francés, inglés, japonés, etc... A veces, nos puede el ansia e intentamos buscar esas lecturas que nos llenan, lejos de nuestra frontera. Por esto, sólo os pido que por una vez que lo bueno está tan cerca, nos seamos zoquetes y le prestemos la atención que se merece. No esperéis a que este tebeo arrase con cuanto premio se le ponga por delante y haceros con él cuanto antes. Os puedo garantizar que no os vais a arrepentir.
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