A la hora de recomendar este comic he tenido tantos éxitos como fracasos. Además, a la gente que le gusta, le gusta mucho. Pero por su lado, al que no le gusta, nada de nada. Es de esos comics de amor-odio.
Creo que en esto influye mucho, además de lo que narra, como lo narra. De una forma más cercana a la poesía que a la narrativa clásica. A mí por lo menos me trasmite más de lo que me cuenta.
En lo que coincide todo el mundo, es que es un tebeo durillo. Y por extensión, cuando te encuentras con una obra de este tipo, tiendes a imaginarte a su autor como un ser atormentado, al limite de su existencia.
Pero la realidad es otra. Este que tenéis aquí al lado es Paul Homschemeier. ¿A que parece un tipo totalmente normal?. ¿Incluso majillo y simpático?. Pues lo parece y lo es.
Desde luego, si este chico lleva una existencia atormentada lo disimula bastante bien.
En fin, un mito menos. ¿Siguiente?.
5 comentarios:
Debo ser al único que le dejó indiferente.
Está bien... pero hay para tanto?
Dibujo flojo, historia bien, narrativa bueno.
Hasta prefiero el Blankets!!!
Tiene cara de niño bueno.
La edición de Astiberri, muy buena.
El comic está bién, pero tenía muchas espectativas en él, y no me resultó tan sugerente como esperaba.
Espero que en una segunda lectura, lo vea con mejores ojos.
a mí me parece uno de los mejores cómics publicados en 2005; me encanta esa contención extrema al hablar de asuntos tan terribles, muy en la línea de chris ware
Por sumarme: a mi también me dejo bastante indiferente. No me aportó nada especial sin que por ello se convierta en malo. Demasiada espectación, título y mercadotecnia...
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