Durante mucho tiempo este comic estuvo agotado. Hace poco Norma se decidió a reeditarlo. Desde ese momento no dejo pasar ocasión para recomendarlo.
Y es que aquí nos encontramos al Bilal que a mi más me gusta. El Bilal entregado totalmente a la causa. Un dibujo puesto totalmente al servicio de la historia, y no una historia puesta al servicio de un dibujo (como pasa en sus famosas trilogías).
Si además, la historia la pone un artesano de esto de la historieta como es Christin, pues lo tenemos todo.
En los últimos días de lo que bien podía ser una crepuscular Unión Soviética, los altos dirigentes comunistas se reúnen un fin de semana para realizar una jornada de caza.
Detrás de esta, a priori, intrascendente reunión, se esconde una suerte de vendetta en la que los trapos sucios del comunismo salen a la luz.
Christin y Bilal se anticipan a los acontecimientos futuros (el álbum es de 1983). Realista, con un guión insuperable y un dibujo rayando la perfección.
Y cuando digo esto me refiero a que la simbiosis entre guión y dibujo es casi perfecta.
Quizá Bilal haya mejorado su dibujo en posteriores obras. Es discutible. Pero nunca de la forma en que el dibujo se integra en la historia, hasta formar un todo, como aquí.
Por cierto, en esta nueva edición de Norma, se incluye un pequeño relato ilustrado en el que se nos cuenta el devenir de muchos de los dirigentes después del fin de semana.
Y es que aquí nos encontramos al Bilal que a mi más me gusta. El Bilal entregado totalmente a la causa. Un dibujo puesto totalmente al servicio de la historia, y no una historia puesta al servicio de un dibujo (como pasa en sus famosas trilogías).
Si además, la historia la pone un artesano de esto de la historieta como es Christin, pues lo tenemos todo.
En los últimos días de lo que bien podía ser una crepuscular Unión Soviética, los altos dirigentes comunistas se reúnen un fin de semana para realizar una jornada de caza.
Detrás de esta, a priori, intrascendente reunión, se esconde una suerte de vendetta en la que los trapos sucios del comunismo salen a la luz.
Christin y Bilal se anticipan a los acontecimientos futuros (el álbum es de 1983). Realista, con un guión insuperable y un dibujo rayando la perfección.
Y cuando digo esto me refiero a que la simbiosis entre guión y dibujo es casi perfecta.
Quizá Bilal haya mejorado su dibujo en posteriores obras. Es discutible. Pero nunca de la forma en que el dibujo se integra en la historia, hasta formar un todo, como aquí.
Por cierto, en esta nueva edición de Norma, se incluye un pequeño relato ilustrado en el que se nos cuenta el devenir de muchos de los dirigentes después del fin de semana.
2 comentarios:
Más que recomendable, imprescindible. Christin en su mejor momento como guionista y un Bilal espectacular que aún me pone la carne de gallina en alguna escena (sobre todo en los flashbacks).
O argumento da historia semella o de "La escopeta nacional" de Berlanga, pero neste caso sería "La escopeta sovietica", ¿non si?
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