En el cuartel general de Youngblood se comete un asesinato entre superheroes. En el desdarrollo de la investigación y el posterior juicio se intercalan diversas historias cortas que narran sucesos ocurridos en distintas épocas y que están relacionadas con el trágico crimen cometido en nuestro presente. Por lo que tenemos una serie de narraciones paralelas tan del agrado de Alan Moore.
La parte correspondiente al juicio y por tanto al presente, está “dibujada” por el desproporcionado Rob Liefeld, que nos muestra viñeta tras viñeta como no se debe dibujar un comic book; lo que le da a la obra un cierto aire didáctico.
Pero no hay que asustarse. Las páginas de Liefeld son un tercio del total y para compensar tenemos otro tercio dibujadas por el magnífico Gil Kane y otras tantas páginas a cargo de toda una tropa de dibujantes: Chris Sproose, Jim Starlin, Terry Dodson, Rich Veich y otros muchos.
La historia es interesante y está llena de ideas, imaginación y conceptos que pretenden dotar de un pasado épico y mitológico al universo Awesome y servir como plataforma a la nueva serie de Youngblood, que vemos en la parte final de este tomo, con una nueva formación y dirigido por el maestro Moore.
Desgraciadamente Liefeld es tan buen dibujante como empresario y la editorial fue a la quiebra. Pero esta es otra historia.
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