Después de un tiempo realizando cómics de superhéroes, Brian Wood, futuro padre de obras como DMZ y Northlanders, decidió que si tenía que contar una historia más de superhéroes, lo haría a su manera. Desde la independencia, y con una artista indie como Becky Cloonan a los lápices, se puso a la tarea. De ahí, salen estas 12 historias cortas, recopiladas ahora por Planeta en un tomo bajo el nombre de DEMO.
Doce historias cortas que no tienen otro nexo común que ese de estar protagonizadas por jóvenes. En algunos casos, se les adivina un poder especial. En otros, simplemente se intenta reflejar su complejo mundo interior. Muchas de estas historias son apuntes sobre una posible obra mayor que nunca llega a desarrollarse y donde los autores dejan al lector la decisión de crear el final que desee.
En los doce relatos, la calidad es la norma. Algunas sobresalen un poco por encima de la media, pero en general todas mantienen el tipo. En muchas de ellas, Brian Wood arranca la historia y deja que Becky Cloonan, con su dibujo, sea la encargada de darnos las pequeñas claves para encajar todas las piezas, reservando muchas veces un golpe de efecto final con el que sorprendernos . Un dibujo que la artista, camaleonicamente, cambia para cada historia, pasando del manga mas Miyazaki al indie más en la línea Paul Pope. Toda una lección de adaptarse a varios estilos sin perder personalidad por el camino.
Supongo que estos retratos generacionales de jóvenes rebeldes con o sin causa, podrían dejar a más de uno preguntándose de dónde viene tanta excitación por este tebeo. Cada uno que explore dentro de sus intereses. Lo que os puedo asegurar es que DEMO es un cómic que, a poco que sepamos buscar en su interior, nos va a dar grandes momentos comiqueros.
DEMO es un tebeo a destacar y que no merece pasar desapercibido.
Doce historias cortas que no tienen otro nexo común que ese de estar protagonizadas por jóvenes. En algunos casos, se les adivina un poder especial. En otros, simplemente se intenta reflejar su complejo mundo interior. Muchas de estas historias son apuntes sobre una posible obra mayor que nunca llega a desarrollarse y donde los autores dejan al lector la decisión de crear el final que desee.
En los doce relatos, la calidad es la norma. Algunas sobresalen un poco por encima de la media, pero en general todas mantienen el tipo. En muchas de ellas, Brian Wood arranca la historia y deja que Becky Cloonan, con su dibujo, sea la encargada de darnos las pequeñas claves para encajar todas las piezas, reservando muchas veces un golpe de efecto final con el que sorprendernos . Un dibujo que la artista, camaleonicamente, cambia para cada historia, pasando del manga mas Miyazaki al indie más en la línea Paul Pope. Toda una lección de adaptarse a varios estilos sin perder personalidad por el camino.
Supongo que estos retratos generacionales de jóvenes rebeldes con o sin causa, podrían dejar a más de uno preguntándose de dónde viene tanta excitación por este tebeo. Cada uno que explore dentro de sus intereses. Lo que os puedo asegurar es que DEMO es un cómic que, a poco que sepamos buscar en su interior, nos va a dar grandes momentos comiqueros.
DEMO es un tebeo a destacar y que no merece pasar desapercibido.
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