Da gusto comprobar que las sensaciones previas que te produce un comic se transforman en realidad una vez que los has leído.
Después de seguirle la pista a un tebeo desde que sale en Francía y ver como acapara premios y buenas críticas, el ansia por llegar a leerlo crece.
Por eso, cuando ese tebeo responde a tus expectativas y las sobrepasa, el buen cuerpo que se te queda es irreemplazable.
Ayer os comentaba el buen sabor de boca que me dejó Tres destellos blanco y hoy le toca el turno a Aya de Yopougon, de Abouet y Oubrerie, recientemente publicado por Norma.
En él, podemos leer como es la vida de Aya, una adolescente, como otra cualquiera, que empieza a descubrir, junto a sus amigos, como es la vida de adulto, con todo lo que ella conlleva. Las relaciones amorosas, la amistad, los estudios, el trabajo, etc...
Vamos, hasta el momento nada que no hayamos leído antes.
La parte más original, o peculiar, es que Aya vive en Costa de Marfil, con lo cual la cosa cambia bastante, porque cualquier cosa que en una ciudad occidental resulta simple, siempre tiene un componente de dificultad en un país como Costa de Marfil.
Se podría decir que Aya es un tebeo para adolescentes. Pero no un tebeo ñoño y descafeinado, donde todos los temas se tocan con cierta frivolidad. Todo lo contrario, es un tebeo para adolescentes, pero va a interesar en su totalidad, al lector adulto.
Un tebeo inteligente, divertido y muy bien narrado.
No es casualidad que haya recibido el premio al mejor primer álbum en el salón de Angoulême.
Una obra totalmente recomendable para lectores de cualquier edad y que debería tener presencia en cualquier biblioteca pública que se precie, como reflejo de otra tipo de juventud, que pese a la distancia, no dista mucho de la nuestra.
Después de seguirle la pista a un tebeo desde que sale en Francía y ver como acapara premios y buenas críticas, el ansia por llegar a leerlo crece.
Por eso, cuando ese tebeo responde a tus expectativas y las sobrepasa, el buen cuerpo que se te queda es irreemplazable.
Ayer os comentaba el buen sabor de boca que me dejó Tres destellos blanco y hoy le toca el turno a Aya de Yopougon, de Abouet y Oubrerie, recientemente publicado por Norma.
En él, podemos leer como es la vida de Aya, una adolescente, como otra cualquiera, que empieza a descubrir, junto a sus amigos, como es la vida de adulto, con todo lo que ella conlleva. Las relaciones amorosas, la amistad, los estudios, el trabajo, etc...
Vamos, hasta el momento nada que no hayamos leído antes.
La parte más original, o peculiar, es que Aya vive en Costa de Marfil, con lo cual la cosa cambia bastante, porque cualquier cosa que en una ciudad occidental resulta simple, siempre tiene un componente de dificultad en un país como Costa de Marfil.
Se podría decir que Aya es un tebeo para adolescentes. Pero no un tebeo ñoño y descafeinado, donde todos los temas se tocan con cierta frivolidad. Todo lo contrario, es un tebeo para adolescentes, pero va a interesar en su totalidad, al lector adulto.
Un tebeo inteligente, divertido y muy bien narrado.
No es casualidad que haya recibido el premio al mejor primer álbum en el salón de Angoulême.
Una obra totalmente recomendable para lectores de cualquier edad y que debería tener presencia en cualquier biblioteca pública que se precie, como reflejo de otra tipo de juventud, que pese a la distancia, no dista mucho de la nuestra.
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