Algo bueno tiene que tener el bombardeo continuo de novedades al que nos vemos sometidos, con un ritmo más allá de los posible.
Lo bueno es que entre tanta novedad, siempre vamos a descubrir pequeñas joyitas que, de no ser así, seguramente nos pasarían inadvertidas.
Esto es lo que pasa con Tres Destellos Blancos de Bruno Le 'Floc'h.
Desde que en el 2004 ganara el premio Goscinny con este tebeo, tenía al autor en mi punto de mira. Pero debido al ritmo trepidante de novedades que llevamos en los últimos años, nunca encontré el hueco necesario para comprarmelo.
Cosas del destino. Lo que antes me impidió llegar a él, ahora me lo sirve en bandeja.
Tres destellos blancos es ante todo un tebeo costumbrista, de esos en los que las cosas pasan a un ritmo lento (que no pesado), sin prisas y gracias al cual podemos ir descubriendo a los personajes de una manera fiable.
A principios de siglo XX, un ingeniero es destinado a la zona más profunda de Bretaña, con la misión de construir un faro imposible, una obra de ingeniería en el medio del océano.
Con los precarios medios de la época, el hombre tiene que confiar en el valor y la determinación de los marineros locales, para lleva a cabo el proyecto.
Una lucha imposible del hombre contra la naturaleza y la administración, dos monstruos invencibles.
Tomando como referencia los hechos históricos concernientes a la construcción del faro de Armen en el Finisterre francés, la historia también le sirve al autor para mostrarnos la sociedad bretona de la época y como la llegada de la modernidad puede cambiar el ritmo vital de un pueblo y sus habitantes.
Un tebeo de esos que te te dejan un buen sabor de boca. De los que te apetecen volver a leer en cuanto acabas la última página y de los que recomiendas a todo el mundo.
Lo bueno es que entre tanta novedad, siempre vamos a descubrir pequeñas joyitas que, de no ser así, seguramente nos pasarían inadvertidas.
Esto es lo que pasa con Tres Destellos Blancos de Bruno Le 'Floc'h.
Desde que en el 2004 ganara el premio Goscinny con este tebeo, tenía al autor en mi punto de mira. Pero debido al ritmo trepidante de novedades que llevamos en los últimos años, nunca encontré el hueco necesario para comprarmelo.
Cosas del destino. Lo que antes me impidió llegar a él, ahora me lo sirve en bandeja.
Tres destellos blancos es ante todo un tebeo costumbrista, de esos en los que las cosas pasan a un ritmo lento (que no pesado), sin prisas y gracias al cual podemos ir descubriendo a los personajes de una manera fiable.
A principios de siglo XX, un ingeniero es destinado a la zona más profunda de Bretaña, con la misión de construir un faro imposible, una obra de ingeniería en el medio del océano.
Con los precarios medios de la época, el hombre tiene que confiar en el valor y la determinación de los marineros locales, para lleva a cabo el proyecto.
Una lucha imposible del hombre contra la naturaleza y la administración, dos monstruos invencibles.
Tomando como referencia los hechos históricos concernientes a la construcción del faro de Armen en el Finisterre francés, la historia también le sirve al autor para mostrarnos la sociedad bretona de la época y como la llegada de la modernidad puede cambiar el ritmo vital de un pueblo y sus habitantes.
Un tebeo de esos que te te dejan un buen sabor de boca. De los que te apetecen volver a leer en cuanto acabas la última página y de los que recomiendas a todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario