¿Es posible realizar cuentos para niños destinados a los adultos? ¿Es posible que estos cuentos los disfruten de igual manera un adulto y un niño? ¿Es posible que una historia tan sencilla como las aventuras de Cacauequi, tenga tantos niveles de lectura?
El señor Jacobo Fernández, con este tebeo, nos ha demostrado que todo esto es posible. Todo esto y mucho más.
Increíble como el personalisimo mundo interior de este autor, lleno de referencias propias, cercanas al surrealismo que cada uno de nosotros tenemos en nuestra mente, una vez puesto sobre el papel, pueda llegar al lector tan facilmente, haciendo nuestro el mismo mundo fantástico donde transcurren las peripecias de Cacauequi. Un relato que pasa directamente de la cabeza al corazón. Como un Kit-kat con el que de repente consiguiéramos dejar todo a un lado y disfrutar de una nueva vida de 70 páginas.
Estamos ante un tebeo realmente magistral. Ante una historia personal e intransferible, que con el apoyo de las notas finales llega a ser casi perfecta (cuando la leáis entenderéis perfectamente lo que digo).
Que nadie se despiste y piense que porque Jacobo Fernández nació en Galicia y vive aquí al lado, su obra no merece nuestra atención. Todo lo contrario. Estamos, sin duda, ante uno de los tebeos del año. Al fin y al cabo, tebeos que te permiten evadirte de la realidad, atrapándote con su lectura, son cada vez más dificiles de encontrar. Así que por una vez que encontramos uno, no lo dejéis escapar.
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1 comentario:
Melo pido
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