La carnicería

"Pero bueno, el Vivès ya sacó otro cómic. Este tipo es hiperactivo".

Os suena la cantinela, ¿verdad? Pues en esta ocasión nada de clones. El verdadero y único Bastien Vivès tiene nuevo álbum en el mercado.
Tampoco es que el hombre no tenga vida y se pase todo el día dibujando y dibujando sin parar. Vivès es bastante prolífico, de eso no hay duda, pero a su omnipresencia ayuda bastante que su editorial de referencia en España, Diábolo, le esté sacando todo lo que este hombre haya hecho en los últimos años.

"¿Pero qué pasa? ¿ A este tío ya le sacan hasta los cuadernos de bocetos?"

Pues casi, casi. La carnicería, en su concepto, podría pasar por libreta de apuntes, cuaderno de bocetos o como lo queráis llamar. Cierto es que a lo largo de sus páginas, Vivès desarrolla una historia, con un guión definido, diálogos y los elemento narrativos ya habituales en el autor, pero cierto es también, que la sensación que se te queda al ventilarte el libro en pocos minutos es la de haber leído una obra menor realizada por el autor a modo de divertimento.

De todas formas, con Vivès siempre hay espacio para la sorpresa, descubriendo viñetas que nos trasmiten muchas más emociones que otras obras en cientos de páginas o esos interludios sin texto que describen de una manera un tanto musical una ruptura amorosa.

La compra de La carnicería dependerá de lo fans que seáis de Vivès y del grado de completísimo que tengáis con vuestros autores favoritos. No es un mal tebeo, pero realmente sabe a muy poco.