El último proyecto de larga duración (o eso dice él) del artesano Dufaux sitúa la trama en la Francia de la guerra franco-prusiana y la comuna. Siguiendo su modelo habitual, Dufaux coge un periodo histórico bien definido, con personajes y hechos reales, como base para introducir su propia historia con personajes ficticios que se ven abordados e implicados en la acción general. Este modelo fue el que usó, entre otras, en Murena, y es el mismo que vuelve a utilizar con éxito en Ladrones de imperios.
Como compañero de fatigas, Dufaux se hace acompañar en la parte gráfica de Martin Jamar, un dibujante de la escuela clásica francesa, perfecto para el tipo de guión que realiza Dufaux, al que sabe dotar de rigurosidad y detalle. Da gusto ver páginas donde no se escatiman esfuerzos y donde cada viñetas está repleta de detalles que enriquecen el resultado final sin perjudicar la narración. Los uniformes, la ambientación, e incluso esas estanterías o mesas siempre llenas de pequeños objetos, son muestras del gran trabajo llevado a cabo por Jamar y que el lector sabrá apreciar en el resultado final.
Ladrones de imperios es una trama de aventuras, pasiones y traiciones, ambientada en un periodo histórico que particularmente encuentro muy interesante y que en este formato integral que recopila los 7 volúmenes originales de la serie gana enteros, proponiéndose como una lectura de evasión muy interesante y a tener en cuenta.
No defraudará a los fans de Dufaux y en general a los amantes de la BD francesa. Además, como os decía al principio, el mismo Dufaux reconoció públicamente que tras casi 10 años de trabajo para crear esta historia y el esfuerzo que esto le supuso, a partir de ahora dedicará su tiempo a realizar historias más cortas. Quien sabe, quizá estemos antes la última gran obra de Dufaux.
No hay comentarios:
Publicar un comentario