Atraído por la presencia de Darwyn Cooke como un oso es atraido por la miel, y pasando totalmente de polémicas, me adentro en este nuevo mundo de Before Watchmen y sus Minutemen.
No tenía ningún tipo de duda sobre la calidad tanto gráfica como narrativa que Darwyn Cooke me iba a garantizar en este cómic, pero pese a ese seguridad, tengo que reconocer que el resultado final me sorprende más allá de mis expectativas.
Cooke es un maestro de este arte que conocemos como cómic. Huyendo de posibles comparaciones, lleva la obra a su terreno, marcando claramente su estilo, utilizando soluciones narrativas que oscilan entre lo profesional y lo magistral e incluso permitiéndose ciertos guiños a la obra madre.
Este primer número de Minutemen es una presentación en toda regla del grupo de superhéroes de la edad dorada del universo Watchmen. Desde la primera página, Cooke va sacando a la palestra a cada uno de los miembros, radiografiándolos para el lector ocasional, sin apenas tiempo para más.
No es que haya mucha más trama en este episodio, pero si simplemente con una presentación, este hombre ha despertado en mi ganas de más, a poco que la trama se active, esto puede ser todo un festival.
Toca esperar. Las siguiente entregas definirán la valía de este Minutemen. Si se queda en solo un cómic para fans de Cooke o si trascenderá a un público más amplio. Por lo visto hasta ahora, todo indica lo segundo.
Por ahora solo disponible en inglés.
1 comentario:
Maldito hereje.
Arderas en la hoguera.
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