La referencia en la contraportada de Joaquín Reyes unida al prólogo que el mismo humorista realiza para este cómic no es para nada gratuita, porque La hermandad de la Biblia Perry tiene el mismo espíritu trasgresor que La muchacha nui de Reyes, aunque el humor de Nicholas Gurewitch es mucho más directo y menos absurdo que el de la famosa serie de televisión.
En este álbum se recogen los trabajos de Gurewitch desde que comenzó a realizar tiras en su etapa universitaria. Por tanto, la evolución en las tiras se va haciendo evidente a medida que avanzamos en la lectura, pasando de un humor más irreverente, e incluso guarro, a un humor más intelectual y ecléctico.
Lo que queda claro es el magnetismo y la capacidad de atracción que las tiras de Gurewitch consiguen en el lector, porque tras la cómplice sonrisa inicial que nos provoca esa inocente primera tira de una chica con la falda levantada por el aire, el resto de tiras no harán sino reforzar esta sonrisa hasta transformarla en incontenible carcajada.
Que nadie se deje engañar por el entrañable y dulce aspecto de la parte gráfica de estas tiras, porque esto es solo un arma más que Gurewitch utiliza con maestría para buscar el contraste y la confusión en el lector que no dejará de preguntarse como esos bonitos e inocentes personajes pueden ser los protagonistas de tamañas barbaridades.
Gustará a los fans del humor más políticamente incorrecto y, por supuesto, a todo seguidor de las tiras de prensa.
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