El mundo al revés. Mignola sigue dibujando las insulsas historias de Hellboy, siendo su arte el mayor incentivo para llevarte un cómic del personaje a casa, y por contra, cuando te encuentras una historia interesante como este Los barcos de la plaga, el apartado gráfico (quitando las portadas) lo delega en uno de sus clones oficiales que, desgraciadamente, está a siglos luz de la calidad gráfica de su mentor y maestro.
Los barcos de la plaga es una historia clásica de vampiros, o mejor dicho, de cazador de vampiros. Una venganza personal, lleva a Lord Baltimore a dedicar su vida a la caza y exterminio de un vampiro que se cruzo en su camino durante el conflicto de la primera guerra mundial. A partir de este momento, sus caminos quedan eternamente cruzados hasta que uno de los dos desaparezca del mapa.
Queda claro que como historia, original, original tampoco es que sea, pero la manera en que Golden despliega la trama, con diversos flashbacks para conocer otras tantas historias y relatos, unidos a la ambientación general, hacen de este cómic una lectura entretenida que hubiera encontrado en el dibujo de Mignola el extra necesario para alzarlo por encima de la sobria clase media.
Realmente no entiendo esa fijación de Mignola por escapar de las buenas historias, dedicando su tiempo y esfuerzo a dibujar sus propios guiones, campo en el que, como ha demostrado repetidamente, no se desenvuelve ni de lejos tan bien como en el apartado gráfico. Una pena, porque es uno de esos autores que está a otro nivel cuando la calidad de sus guiones es parejo al de su poderío gráfico.
Gustará a los amantes de las historias de vampiros. Imprescindible para los completistas de Mignola más allá del universo Hellboy.
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