Uno de los juegos que, gracias a Eduardito, mayor aceptación están teniendo en la tienda en los últimos tiempos. Dirigido en primer lugar a un jugador infantil-juvenil, la propia dinámica del juego lo hace apto para todo tipo de público. Es decir, que en principio lo compras para que jueguen los niños y al final son los padres quien acaban todos picados jugando.
La base del juego se centra en la habilidad cognitiva, rapidez visual y reflejos de los jugadores que deben buscar la figura que coincida al 100% con la carta que se muestra del montón. El primer jugador que coja la figura adecuada, se lleva la carta. El que más cartas tenga al final, es el ganador.
Como todos los buenos juegos, tan sencillo como adictivo.
Ideal para amenizar las sobremesas de verano, de 2 a 8 jugadores, sea en la aldea, sea en la playa.
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