lunes, junio 09, 2014

Una vida sin Barjot



Fue acabar de leer este Una vida sin Barjot y los recuerdos del primer visionado de American Graffiti me asaltaron de inmediato. No es que formalmente tengan nada que ver estas dos referencias, pero si que en la parte espiritual podemos encontrar ciertas similitudes.

Una vida sin Barjot cuenta la última noche en el "pueblo" de unos jóvenes que en breve comenzaran su vida como adultos dejando atrás la adolescencia. Esta última noche tiene que ser una noche especial. Muchas cosas tienen que pasar y no es la noche para pasar en el mismo antro de siempre viendo las mismas caras de siempre.

Desde luego, no estamos hablando de los años 60, sino de la actualidad. Tanto Appollo como Stéphane Oiry intenta realizar, sin duda con éxito, un retrato de la adolescencia de hoy en día, camuflando de peripecia nocturna una reflexión sobre el siempre difícil paso a la vida adulta, por mucho rock, drogas o sexo con lo que lo adornemos.

Con unos diálogos que son la base de todo el relato, pero también con una puesta en escena totalmente acertada y adecuada para lo que se quiere contar, Appollo y Oiry nos dejan un cómic que se deja leer con gran placer donde el tono y el ritmo se dosifican de la manera adecuada para tenernos pendientes de las aventuras de estos jóvenes desde el principio al fin.

Gustará a los amantes de las historias costumbristas de corte francés y también a aquellos que atraídos por el dibujo tuvieran sus dudas sobre la historia que hay detrás.


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