Atraído por la innegable reminiscencia gráfica de este manga con el clásico atemporal Nausicaa, descubro una interesante serie que en su lectura confirma la recompensa visual que se prometía antes de su lectura pero que además nos da una historia con mucho ritmo y acción siguiendo las aventuras del Quin Zaza y su tripulación, uno de los últimos barcos dragoneros.
Un manga que claramente tiene su principal atractivo en la propuesta gráfica, algo que su autor Taku Kuwabara debe de tener muy claro, porque, por lo visto en esta primera entrega, tampoco es que se preocupe mucho por ofrecer una trama definida sino que se limita a contar el día a día de este barco y su tripulación a la caza de dragones y otros monstruos en un mundo de toques steampunk y lleno de fantasía.
Si lo que ves a primera vista te atrae, confirmamos que puedes llevarte este manga a casa sin riesgo a quedar defraudado.
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