Que nadie espere aquí una obra fácil y con un guión clásico y cerrado al detalle. En la trilogía de Nikopol, Bilal ejerce de autor completo y no es el concepto de guión clásico lo que precisamente más se pueda destacar de esta obra. Hablamos aquí de una obra surrealista, con un apabullante y sugerente poderío gráfico, donde Bilal da rienda suelta a su necesidad creativa sin importarle mucho adonde puede llevar eso al lector.
Nikopol es una obra que parte de la casilla de la ciencia ficción pero que pronto encuentra otros caminos como son lo onírico, lo surrealista, lo barroco o incluso lo alucinatorio dentro de un universo decadente y deudor del post-punk y el Moebius más lisérgico.
Con todo, hay tanto y tan bueno en esta obra, que todos los defectos criticables desde un análisis clásico del guión quedan más que perdonados por todo lo que la obra aporta en su conjunto.
Una obra inclasificable y que solo en su lectura sabremos reconocer como una referencia clara en nuestro panteón comiquero o como una obra a olvidar.
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