A la vez que conquista el mercado norteamericano de superhéroes siendo uno de los dibujantes de referencia de una mítica serie como es Batman, Guillen March va arañando minutos al reloj para trabajar en proyectos más personales y alejados de los corsés editoriales.
Así nace Karmen, una obra en la que este autor reflexiona en clave dickensiana sobre el suicidio y la vida más allá de lo que conocemos a través de los personajes de Catalina, una joven a la que se le escapa la vida desangrada en su bañera y Karmen, una funcionaría de la empresa muerte que es la encargada de gestionar el expediente.
Con la Palma de Mallorca natal del autor en todo su esplendor como lugar de la acción y con un tono más vital y positivo que lo que la sinopsis pueda indicar, Karmen es una estupenda opción de lectura que más allá del incuestionable talento gráfico de Guillen March demuestra que este autor también tiene historias propias que merecen que le quite tiempo a su relación con el encapuchado murciélago.
Si lo que veis os gusta, cosa de la que no tengo mucha duda, sabed que la historia acompaña y que leer Karmen es como una mezcla entre Cuento de navidad y Qué bello es vivir actualizado a nuestros días.
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