Durante la preparación del destacable Estampas 1936, Hernádez Cava y Miguel Navia, a modo de entrenamiento y con el fin de acoplarse como equipo, realizaron varias historietas cortas con distintas excusas argumentales y sin ningún aparente punto de conexión.
Así tenemos la figura de Albert Camus que es perseguido por un infatigable agente soviético que persigue su fin último. El trayecto de un ciego en las ruinas del Madrid sitiado por los franquistas, esta historia muy ligada a lo visto en Estampas 1936. Vuelven los autores a otra figura conocida como es la del filósofo Bertrand Russell que comprueba en primera persona que las excelencias de la revolución rusa no son tantas cuando se pueden ver en vivo y en directo. Por último dos historias que saltan el charco y nos llevan a LA y NY, con los conflictos raciales de protagonista en la piel de un estadounidense de origen mexicano y la tóxica relación de un detective obsesionado por la música jazz.
Un trabajo que tiene total validez por sí mismo que gana enteros si ya venimos de saborear lo visto y ofrecido por los autores en la mencionada Estampas 1936.
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