Si tuviera que destacar algo de este álbum es la atmósfera en la que consigue sumergirte el relato. El París de folletín de finales del siglo XIX. Una investigación que comienza con la búsqueda de una momia fenicia y nos lleva por terrenos de lo detectivesco, lo fantástico, lo esotérico, esperando que al pasar cualquier página la mismísima Adèle Blanc-Sec aparezca en una de las páginas.
Pero no, no es Adèle la que conduce esta investigación. Nuestro protagonista es Hugo y con él recorreremos lugares tan dispares como museos, librerías, el Moulin Rouge o los bajos fondos, catacumbas incluidas, del París más oscuro. Allí nos podremos encontrar con la Goulue, Valentin le désossé o el gran Toulouse-Lautrec (a quien rinde homenaje el dibujo de Oriol).
Impresionismo. Fauvismo. Lupin. Tintin. Holmes. Frankeinstein. Poe.
Un álbum lleno de suspense y misterio que nos atrapará en sus páginas hasta descubrir qué está pasando.
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