De las novedades del salón tenía bastantes ganas de leer este comic. Pyongyang, la anterior obra de Guy Delisle publicada aqui, ya me había gustado mucho pero creo que Shenzhen me ha gustado aún más. Es una recomendación arriesgada y puede que la califiqueis de “gafapasta”, ya aviso.
Es un comic autobiográfico pero también un libro de viajes, en él Delisle nos cuenta su experiencia durante 3 meses como director de un equipo de animadores de un proyecto de dibujos animados en la ciudad de Shenzhen, de la China popular, situada muy cerquita de Hong Kong. En este tiempo en China la vida del autor transcurre entre el aburrimiento, la soledad, las reflexiones más variopintas, descubrimientos culinarios sorprendentes, tales como carne de perro o encías de cerdo, así como las tentativas de llegar a una comunicación con sus habitantes, cuestión que acabó, en la mayoría de los intentos, en situaciones más bien surrealistas. El autor cuenta los días que le quedan con ansiedad, tiene ganas de irse de una vez, la falta de comunicación y, por ende, la soledad son ya agobiantes, pero yo creo que, en el fondo, al final le ha gustado la experiencia. Gracias a sus vivencias durante estos tres meses podemos averiguar un poquito de la vida en China, sus costumbres, sus rarezas... La sensación al término de la lectura es encontrada, no podría decir si me anima o me desanima a visitar el país y eso también me gusta.
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