Dejando de lado a todos los melómanos aficionados al cómic que encontrarán razones de sobra para comprar este cómic con la simple mención de Glenn Gould, el resto de los mortales seguramente nos preguntaremos quién era Gleen Gould cuando tengamos el álbum en nuestras manos. Sandrine Revel trata de contestar esta pregunta con este cómic.
Un biocomic que se aproxima de manera tradicional en la trama a la vida de este excéntrico genio, rescatando diversos pasajes y momentos del músico, desde su infancia hasta sus últimos días, pero adoptando una narración más compleja a la hora de mostrarlos, con numerosos y abruptos flashbacks y flashforward en la línea temporal huyendo de la la narración lineal.
Una obra que puede resultar densa por momentos en su lectura pero a la que si le damos una oportunidad sabrá recompensarnos con escenas de incontestable belleza en las que la autora sabe captar la esencia de la música de Gould al mismo tiempo que nos muestra al hombre detrás del artista.
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