Por azares del destino acaba en una cárcel inglesa, pero aliándose con un birmano, Vivatma Visvajit, logra escapar de la cárcel y se une a él para ir a Birmania a ayudar al emperador poeta Bahadur Shah Zafar. Necesitan un barco pero lo único que consiguen es una miserable barca prestada por dos viejos pescadores que no dudan en ceder su, posiblemente, única herramienta de supervivencia por la causa de la libertad. Cuando llevan un tiempo de viaje se hacen una pregunta; ¿Cómo comemos?
Lo que quiero decir es que el tío sumamente inteligente se le ha olvidado meter víveres en la barca!!! Serenidad.
Vivatma le sugiere utilizar el arco de sextante como filo y tirarse al mar para matar algún pez pero Bei Bang-Wen, compungido, confiesa que no sabe nadar. El tipo al que han enseñado todas las disciplinas de combate, el soldado perfecto y ¿no sabe nadar? En un combate bastaría con empujarle al agua ¿ese es su talón de Aquiles?!!! Serenidad, serenidad.
Bei Bang-Wen no quiere ceder el sextante porque no sabe nadar y si Vivatma no vuelve a la barca estará perdido. Finalmente entra en “razón” porque tiene hambre y mientras asistimos a un discurso de Bei Bang-Wen sobre la vida y la muerte Vivatma consigue el maldito pescado.
No entraré en lo cargante que es Bei Bang-Wen con su discurso, pero lo de la discusión por el sextante es demencial. SERENIDAD.
Y ya que estamos:
El sextante es un instrumento que permite medir ángulos entre dos objetos tales como dos puntos de una costa o un astro, tradicionalmente el sol y el horizonte. Conociendo la elevación del sol y la hora del día se puede determinar la latitud a la que se encuentra el observador.
Vamos, que no es una jodida caña!!! SERENIDAD!!!!!
ZEKE
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