Dickie es un curioso personaje nacido de la tormentosa mente del autor Pieter De Poortere. Esta suerte de playmovil dibujado se ve enrolado en extrañas situaciones en diversas épocas históricas.
En la primera guerra mundial, Adolf Hitler perdió un testículo durante una escarceo. Esto es un hecho documentado que De Poortere desarrolla en una interesante teoría. Durante el periodo de recuperación en el hospital, una enfermera se trajina al convaleciente Hitler, resultando del encuentro un retoño. Por supuesto, ese retoño, no podía ser otro que Dickie. En cuanto Hitler se entera de la existencia de un hijo desconocido, se pone en marcha un plan para encontrarlo. Pero claro, los aliados también se enteran y quieren "encontralo" antes. Mientras tanto, en la cabeza de Dickie sólo hay espacio para una joven judía de la que está totalmente enamorado.
Si ya la trama de por si resulta llamativa, la manera en que De Poortere la cuenta no se queda atrás. Con una narrativa 100% gráfica, sin textos de apoyo y con un estilo a medio camino entre la ilustración infantil y Dónde está Wally?, la mezcla final resulta en un cocktel de humor negro, irreverente, absurdo y hermosamente cruel.
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