Los padres de Lucifer, Carey y Gross, nos ofrecen una nueva serie que tiene todas las características esenciales para figurar en la línea Vertigo de DC, publicada aquí en España por Planeta.
En este tomo se recopilan los 5 primeros números americanos, algo que se agradece, porque realmente, leer un sólo número de la historia te puede dejar en tierra de nadie, ya que Unwritten empieza como una serie de fantasía que se torna real para, poco a poco y cuando ya no lo esperábamos, volver a introducir ese toque fantástico.
El protagonista de la trama es Tommy Taylor, hijo de un escritor de éxito que vive de las rentas creadas por las novelas de su padre desaparecido tiempo ha. Su vida pasa por ir de bolo en bolo por las convenciones literarias, sin mucha más aspiraciones. Todo se complica, cuando una periodista saca a la luz una información según la cual, Tommy Taylor podría no ser hijo legitimo de su padre, y por lo tanto, no ser el más apropiado para gestionar el legado literario de su padre.
Agobiado por los fans y la prensa, Tommy huye a la antigua mansión familiar, para descubrir que su progenitor tenía más secretos de los que él pensaba.
Unwritten es una serie a la que llegué con un cierto escepticismo y pereza. Los primeros números no me dijeron mucho, y no pasan de ser un remedo de otras series fantásticas ya vistas dentro y fuera del cómic. Guiños comiqueros, referencias literarias cruzadas, metalenguaje... todo muy rico, todo muy bueno, pero faltaba el punch. Este punch, llega en el último número, con la historia de Rudyard Kipling, que sin ser una maravilla ni especialmente original, si que le da un poco de chicha y consistencia a todo el entramado. Este último número consigue salvar la serie del KO técnico, y lo más importante, me deja con ganas de saber qué va a pasar después. Sr Carey, Sr Gross, misión cumplida... por ahora.
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