Interesante propuesta la de Brecht Vandenbroucke con este White Cube. Un alegato gráfico sobre el mundo del arte y toda la hipocresía y fariseísmo que lo rodea.
A través de una serie de tiras cómicas de una o dos páginas protagonizados por una especie de rosados hermanos matamoros, Brecht Vandenbroucke pone patas arriba el mundo del arte y sus criterios, cuestionándolo todo y haciendo salir esa opinión, que como culo, tenemos todos, sea o no sea acertada.
Sin diálogos y con apenas palabras, ayudado por una soberbia puesta en escena llena de juegos visuales y narrativos, recurriendo por momentos al humor más negro y por otros al más absurdo, este autor belga sabe sacar las vergüenzas a más de uno que verán en este White Cube una aberración manifiesta al contrario de muchos otros que simplemente verán genialidad.
Sr. Vandenbroucke, misión cumplida. Amor o odio. Ha parido usted un álbum que no dejará indiferente a nadie.
Personalmente, solo por esa página final con las dos puertas que llevan al arte o al cómic y esa solución intermedia de atravesar el muro de piedra, ya se ha ganado todo mi respeto.
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