jueves, noviembre 14, 2019

La vieja guardia



Es complicado que Greg Rucka pueda defraudar con una de sus propuestas. Da igual que parta de un tan trillado punto de inicio como es el de la inmortalidad. Guerreros que non pueden morir. Desde Los inmortales de Mulcahy, parece que poco más había por contar, pero Rucka se las arregla para dar a una previsible trama un toque de interés cuando al concepto inicial de ser inmortal le añade un inquietante... hasta que dejas de serlo.

Dos mujeres y tres hombres que no pueden morir. Todos ellos, soldados de fortuna que llevan más o menos siglos dedicándose al arte de la guerra en el que, por supuesto, son los mejores. Siempre ocultos, con la mínima exposición, hasta que llegan a nuestros días, en plena era de la tecnología, un lugar donde ocultarse no es tan fácil como solía ser.

Buen comienzo para una serie que deja para posteriores entregas si va a ser una de las elegidas o simplemente se va a quedar en un buen entretenimiento con altas dosis de acción y violencia.

Interesará a los habituales seguidores de Rucka y a lectores que disfrutan con obras como 100 balas y similares.



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