Puede ser este cómic una de las sorpresas de lo que va de temporada entendiéndose esto como un cómic que llega al mercado sin mucha publicidad pero que se va ganando su lugar en las recomendaciones gracias al boca a boca comiquero.
Una trama que parte del cómic costumbrista, con un protagonista, Samuel, sumido en una pequeña depresión vital y que página a página se va transformando en otro tipo de historia con pequeñas concesiones a lo fantástico y a la comedia romántica.
Una propuesta que apuesta todo a la sencillez de la misma y al estilo gráfico y fluidez narrativa de Grégory Panaccione que sabe dar el ritmo justo para que la lectura avance sin que nos podamos despegar de la misma.
Una de esas lecturas que además de entretenerte te alegran el día.
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