Después de haberlo editado en formato de dos tomos que recopilaban toda la serie original, Dolmen le vuelve a dar una nueva vida, esta vez en formato integral de un solo tomo que ajusta un poco el precio final, a una de la series clásicas de la línea franco belga.
Una serie que merece figurar en el panteón de los Largo Winch, XIII, con el maestro Van Hamme en su plenitud y con una saga que cuenta la historia de una familia de cerveceros belgas entre el siglo XIX y principios de XX que haría palidecer las tramas de Falcon Crest o Dinastia.
Una lectura en la que solo tenemos que pasar la primera hoja. Luego ya nos vendrá todo hecho.
En su momento, con la primera edición de Planeta, esta serie ya fue una de las más recomendadas en la librería. A veces nos olvidamos de estas series clásicas y esta reedición no deja de ser una excusa perfecta para poner el foco sobre este álbum para todo aquel lector que todavía no la haya leído.
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