lunes, julio 19, 2010

Rey rosa


Mucho tiempo llevaba David B con el deseo de llevar al cómic el relato de Pierre Mac Orlan, Rey Rosa, aparecido en el libro Crónica de los días desesperados. Diversos motivos relacionados en su mayoría con derechos editoriales, lo hicieron imposible. Años después, y una La ascensión del gran mal mediante, David B por fin puede ver realizado su deseo.
Está claro que este relato influenció claramente al autor francés desde sus comienzos, puesto que gran parte del despliegue gráfico habitual y tan particular del dibujante, omnipresente en todas sus obras, alcanza en este Rey rosa su esplendor. La leyenda del Holandés Errante y su tripulación de piratas esqueletos, ya muertos y ansiando morir de una vez por todas, parece pensada al milímetro para que David B de rienda suelta a toda su fantasía gráfica.


Después de la carga emocional que supuso la creación de La ascensión del gran mal, David B está mucho más suelto y natural en obras de este tipo. De hecho, la única pega que se le puede achacar a la historia es que, justo cuando te atrapa en su lectura, se acaba, dejándote con ganas de poder leer otras tantas páginas. Cierto es que lo bueno, si breve, dos veces bueno, pero verdaderamente hay casos en los que me gustaría pode echar abajo este aforismo.

Rey rosa nos da páginas y páginas llenas de piratas, esqueletos, monstruos marinos y un pequeño bebé que entra en escena dispuesto a cambiar el destino final de ese errante pirata y su tripulación, dejando una reflexión sobre la vida y la muerte por el camino.
Todo esto, puesto en manos de otro autor, podría antojarse indigesto para muchos lectores, pero por suerte, David B sabe plasmar en dibujos, con sencillez y naturalidad, ese relato que le acompaña desde su juventud, demostrando con ello que hay vida después de la ascensión.

3 comentarios:

Miguel Porto dijo...

Quiero.

david rubín dijo...

Leido. Está Genial.

Zeke, léete este para desintoxicartge de tanto Liefeld.

d.

Willy S. dijo...

Arf, arf, arf.