Pequeña sorpresa esta versión en formato cómic de la trilogía negra de Estocolomo que el escritor Jens Lapidus realizó en novela y que ahora, con la ayuda del dibujante Peter Bergting, es continuada en cómic. Bueno, más que una continuación, este trabajo es un entretenimiento que el escritor ofreció a sus fans mientras acababa la tercera novela de la trilogía (todavía no publicada en castellano). Después de Dinero Fácil y Nunca la jodas, Lapidus recoge parte de los personajes y acontecimientos de estas dos entregas y con ellas crea este Guerra de Bandas 145.
Para el aficionado al cómic que posiblemente desconozca el trabajo narrativo de Lapidus, decir que la lectura de este Guerra de bandas 145 es totalmente posible aun desconociendo las novelas y lo que en ellas pasa. Los personajes principales, Mahmud y el inspector Hägerström, se nos presentan de una manera independiente, y la trama no necesita ni más ni menos de lo que se nos es contado en las páginas para ser entendida.
Aunque todo el mundo habla de Lapidus como el continuador de la tradición de novela negra sueca, famosa en el mundo por las obras de Mankell o el inefable Larsson, realmente, una vez leído el tebeo, a mi la referencia que se me viene a la mente es la de Ellroy.
Guerra de bandas es una historia de una venganza, la de Mahmud, que va a sacudir los cimientos de los bajos fondos de la ciudad de Estocolmo, donde contrariamente a la idílica visión que se tiene de la ciudad, también hay crimen organizado y muere gente.
Apoyado por la excelente labor gráfica de Peter Bergting, un dibujante que ya había demostrado su calidad en El prodigio y que aquí no hace sino confirmar las expectativas creadas, Lapidus nos ofrece un historia negra que hará las delicias de los aficionados al género (y por supuesto al autor) pero que seguramente podrá sorprender a más de un lector ocasional que se lleve a casa el tebeo sin tener muy claro qué se va a encontrar dentro.
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