En estos tiempos de incesante hemorragia editorial, el hecho de revisitar un tebeo es más un objeto de deseo que una realidad tangible. Simplemente por el hecho de que al acabar de leerlo, sentí una imparable necesidad de volver a leerlo, este manga ya merece todo mi respeto. Pocos tebeos me han hecho volver a ellos porque después de acabarlos me asalta la absoluta certeza de que se me han quedado cosas por el camino.
Nijigahara Holograph es una lectura dura, sin concensiones para un lector casual. Es necesario que la persona que se adentre en esta obra ponga toda su atención en lo que se nos está contando. Su autor, Inio Asano, se lanza al vacio sin red, porque su exigencia para con el lector tiene muchas posibilidades de caer en saco roto. Hay que tener muy claro lo que se quiere contar y saber transmitirlo para que la persona al otro lado no desista en la lectura ante lo críptico y enrevesado del mensaje.
NH tiene una narración sesgada, no lineal, llena de abruptos saltos temporales. La información, más que llegar al lector, tiene que ser buscada por éste. Muchos capítulos, más que datos, dejan sensaciones que no siempre son fácilmente encajables en el puzzle.
Realmente, NH no es un tebeo nada fácil de encasillar y menos de recomendar. No todos los lectores están dispuestos a sacrificar su tiempo buscando las claves que ayuden a resolver el enigma planteado por el autor y menos aún, si tenemos en cuenta que este tiempo no te da el 100% de garantías de poder resolverlo.
Supongo que a estas alturas de post, muchos de vosotros no tengáis ni idea de qué carallo estoy hablando. O lo que es más, después de leer lo que he escrito, huiréis de este tebeo como si fuera la peste. En realidad, no os lo puedo reprochar.
Como último intento por llevaros al redil, voy a poner un símil cinematográfico. Si habéis visto Donnie Darko y vuestra opinión sobre este film es positiva, quizá encontréis en Nijigahara Holograph una lectura interesante. Si por el contrario, una vez más, no tenéis ni idea de lo que estoy hablando, dejemos la cosa hasta el siguiente post.
Nijigahara Holograph es una lectura dura, sin concensiones para un lector casual. Es necesario que la persona que se adentre en esta obra ponga toda su atención en lo que se nos está contando. Su autor, Inio Asano, se lanza al vacio sin red, porque su exigencia para con el lector tiene muchas posibilidades de caer en saco roto. Hay que tener muy claro lo que se quiere contar y saber transmitirlo para que la persona al otro lado no desista en la lectura ante lo críptico y enrevesado del mensaje.
NH tiene una narración sesgada, no lineal, llena de abruptos saltos temporales. La información, más que llegar al lector, tiene que ser buscada por éste. Muchos capítulos, más que datos, dejan sensaciones que no siempre son fácilmente encajables en el puzzle.
Realmente, NH no es un tebeo nada fácil de encasillar y menos de recomendar. No todos los lectores están dispuestos a sacrificar su tiempo buscando las claves que ayuden a resolver el enigma planteado por el autor y menos aún, si tenemos en cuenta que este tiempo no te da el 100% de garantías de poder resolverlo.
Supongo que a estas alturas de post, muchos de vosotros no tengáis ni idea de qué carallo estoy hablando. O lo que es más, después de leer lo que he escrito, huiréis de este tebeo como si fuera la peste. En realidad, no os lo puedo reprochar.
Como último intento por llevaros al redil, voy a poner un símil cinematográfico. Si habéis visto Donnie Darko y vuestra opinión sobre este film es positiva, quizá encontréis en Nijigahara Holograph una lectura interesante. Si por el contrario, una vez más, no tenéis ni idea de lo que estoy hablando, dejemos la cosa hasta el siguiente post.
3 comentarios:
pues Darko es un peliculón, sí. Tenía ganas de que alguien hablase de este tebeo, que me tenía muy buena pinta...
Habremos de tenerlo en cuenta, entonces...
¿Sabéis que planean hacer una segunda parte de Donnie Darko??
nex
Poeta!! Que eres un poeta!!
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