Curioso tebeo de muy oportuna publicación. En épocas de crisis como las que vivimos, nuestro dinero y el uso que los gobiernos hacen de él siempre es un tema de interés. De esto es de lo que trata El negocio de los negocios. Pura realidad. Tan real que parece imposible que no sea ficción.
"En este país hay unas 1000 grandes superficies comerciales. La mayor concentración mundial. ¿Por qué hay tantas? ¿Casualidad, compensaciones financieras?"
Siguiendo las investigaciones que el periodista y escritor Denis Robert realizó sobre la trama de corrupción existente en la política francesa, más conocida como caso Clearstream, con la financiación ilegal de los partidos, los paraísos fiscales, el tráfico de influencias, etc.. ahora se nos ofrecen sus vivencias relatadas en forma de cómic. Este primer tomo (de dos) nos introduce a Denis Robert justo en el momento de su vida que decide dejar el periodismo activo asqueado por las presiones y censuras a las que se ve sometido. En ese momento decide realizar otro tipo de periodismo y se mete de lleno a la escritura de su primer libro. A partir de este momento, la espiral de sucesos lo llevan a introducirse cada vez más en ese mundo oculto de la grandes finanzas donde los delitos son delitos de guante blanco y donde la ilegalidad es la moneda de cambio.
"Así que las reglas básicas del crimen organizado de hoy en día consisten en poner cuantas más fronteras de por medio, mejor. Cuantas más fronteras hay... ¡¡¡ Más seguros están de quedar impunes!!!"
Un tebeo que nos habla, claro está, de estas investigaciones, pero que también trata el factor humano del mismo autor y de como toda esta situación influye directamente en su vida y en la de su familia. De hecho, esta es la arcilla que le da consistencia a todo el relato y que aleja este libro de ser un mero artículo periodístico, lleno de datos y cifras para convertirlo en una historia que consigue atraparte.
Por supuesto, en esa tarea tiene mucho que decir el trabajo de adaptación al lenguaje del cómic hecho por Lindingre y Astier. Con una planificación totalmente acertada, hacen fluido e interesante un tema que podría haber llegado a ser como un indigesto tostón. El dibujante Astier, opta por un estilo realista (algo normal si tenemos en cuenta que todos los personajes que salen son 100% reales) con una narración directa y práctica, pero que al mismo tiempo nos deleita con pequeños juegos narrativos que enriquecen todo el tebeo.
"Si se eliminara del mercado el 10% del petróleo o el 10% de la droga, este mundo explotaría... ¡El mercado necesita dinero negro, es la única forma de retrasar la caída del capitalismo!"
En este primer tomo la trama se para justo cuando el caso Clearstream está a punto de estallar. De todas maneras, es un libro que tiene lectura en sí mismo y que no depende de ninguna conclusión para cobrar sentido.
Además, aunque toda la acción se desarrolle en territorio francés, y que los protagonistas de la misma sean los políticos de ese país, desgraciadamente, sólo tendríamos que cambiar los nombres de los protagonistas para que tuviera total vigencia en nuestro país.
En el prólogo de este tomo se comenta que El negocio de los negocios es una nueva manera de hacer periodismo a través del cómic. Podría estar de acuerdo con esta afirmación, pero yo cambiaría el orden de la frase y diría que El negocio de los negocios es un cómic (ante todo) que abre las puertas a otra clase de periodismo.
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