jueves, febrero 11, 2010

Los abandonados


Los Zombis están de moda. Está frase me la pronunciaba hace unos días un cliente, viendo la inmensa cantidad de novedades relacionadas con el tema Zombi. Manuel Loureiro con la continuación a su Apocalipsis Z, la nueva entrega de Los muertos vivientes, el Apocalipsi Island de Vicente García, etc...

Teniendo esto en mente, tengo que reconocer que cuando me puse a leer Los abandonados, no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. De hecho, si tenía alguna sensación, esta me llevaba a pensar en un cómic costumbrista, sobre relaciones entre quinceañeros postmodernos. Y ciertamente, con la lectura de las primeras páginas, todo iba encaminado a esa dirección.
Un pueblo de la América profunda, con unas lesbianas 100% white trash como protagonistas y con líos amorosos de por medio. Por eso, mi sorpresa cuando aparecieron los Zombis fue mayor.

De la nada, sin explicación alguna, la historia se llena de esos pequeños y curiosos seres, en los que muchos ven una metáfora de nuestra sociedad. Con su entrada, la trama cambia radicalmente y de un historia de relaciones humanas pasamos a un relato de masacre humana. O más bien, masacre zombie. Gore, gore, gore. Páginas de zombis masacrados, de humanos despedazados, con dibujos en los que Ross Campbell, autor de este tebeo, se recrea hasta la saciedad. Se ve que el hombre mamó muchas pelis de género en su vida, porque los guiños cinematográficos están a la orden del día.

A toro pasado no sé qué deciros de este tebeo. Pese a las alabanzas de parte de la crítica a la narrativa y al dibujo de Campbell, con esa protagonista neumática, más propia de una escultura de Botero, yo tengo que confesar que para mi, la mejor parte del tebeo, es cuando los zombis se ponen ciegos de matar humanos. No sé si esto dice mucho o poco del conjunto, pero al menos, durante un rato, fue divertido.

No hay comentarios: