En su 53 cumpleaños, Philippe se encuentra en su peor momento. Como regalo de aniversario, lo despiden, su mujer le pide el divorcio y, para rematarla, se queda sin ahorros debido a una mala inversión. La cosa no pinta nada bien para nuestro protagonista.
Con este arranque, en la época que nos toca vivir, muchos lectores estarán tentados de dejar este álbum en la librería buscando lecturas más vitales y menos depresivas. Pero La gente honrada es todo lo contrario a lo que pudiera parecer. Donde nos podríamos esperar una crónica social llena de penurias, nos encontramos una historia muy vital, no exenta de alegría y que a su finalización nos reforzará más en nuestras ganas de vivir la vida y aprovechar cada minuto de ella.
Gracias al guión de mi querido Gibrat, que deja en esta ocasión la parte gráfica en manos de Durieux, cada día de la monótona y rutinaria vida de Philippe se convierte en una aventura de lo ordinario. Con las dosis adecuadas de humor y por medio de una grandiosa galería de personajes secundarios, todos ellos gente normal que se ven envueltos en situaciones extraordinarias, la tragedia de Philippe se va convirtiendo en una bella y dulce historia de superación que acierta a sacarnos una sonrisa de las situaciones más penosas y trágicas.
Un cómic que atrapa y que se lee sin pausas. Para todos aquellos que sentimos un vacio en nuestras lecturas con la ausencia de El señor Jean, este trabajo le podría dar unas valiosas pistas a Dupuy & Berberian de por donde deberían seguir las historias de su famoso personaje.
Gustará a todos aquellos lectores deseosos de renovar sus ganas de vivir la vida y que disfrutaron con relatos como La memoria en los bolsillos o Lydie.
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