Segunda entrega de la factoría Kirkman a través de su sello Skybound. Si hace unas semanas os comentaba mis impresiones sobre Witch Doctor, le llega el turno ahora a Ladrón de ladrones.
El esquema se repite. Kirkman en mayúsculas como demiurgo tras la criatura y un equipo de honrados y profesionales autores, Nick Spencer al guión y Martinbrough al dibujo, llevando a cabo el trabajo sucio. Nick Spencer Al igual que en Witch Doctor, el resultado es satisfactorio.
En este Ladrón de ladrones cambiamos totalmente de registro. De la fantástica comedia de humor terrorífico que nos proponía Kirkman en WD, pasamos a una de ladrones al más puro estilo Ocean's Eleven o Atrapa a un ladrón, eso sí, sin Cary Grant.
Redmond, nuestro descuidero protagonista, es el mejor ladrón de todos los tiempos. Cansado de la rutina de su "trabajo", decide dar un último golpe para retirarse. Todo un clásico, pero esperad que aún hay más.
Cuando ya lo tiene decidido, una cuestión familiar lo fuerza a volver, en esta ocasión, con otros motivos más allá de su propio enriquecimiento personal. Por el medio, tiempo para contar sus orígenes, la relación con su aprendiz, con sus colaboradores habituales, con una inefable agente del FBI, etc...
Una reunión de tópicos típicos que, pese a lo que se pudiera pensar, funcionan de una manera correcta y ordenada, proporcionando una amena lectura no exenta de algún giro inesperado.
Gustará a los amantes del género de ladrones en su acepción más original. Defraudará a los que esperen otra gran obra maestra de Kirkman.
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